sábado, 16 de agosto de 2014

Kuwait

*


Mi campera absorbe
el olor a parripollo mientras atravieso
la vía en bicicleta.
En el secundario quise leer
algo de francés y decir
je suis Rosina,
decirle a la profesora
que se llamaba María Inés
que me quería ir a Francia,
que después el plan se complicó
y me compré una cadenita
con la torre Eiffel
y unos aros también,
que todo eso quedó en la casa de un chico,
y que ahora lo único que me queda
es ir a la feria de las colectividades mañana
a comer comida de otros países
y sentir nostalgia de algo que nunca tuve,
nunca pude,
igual que me importa,
si cuando salgo los chicos piden
en la vereda y yo
me olvido enseguida de todas mis pavadas
para sentirme una hija de puta.


jueves, 14 de agosto de 2014

Posar.

*



La musiquita jazzera me hace acordar
a la mamerta de la Maga y su pose social,
a los salames de morral y lentes negros,
bicicleta restaurada de cincomil pesos,
hijo no reconocido del Gran Hipster, 
pibita con la cabeza quemada por Amelié.

En la casa vieja de mi abuela
había guardadas dos patas de ñandú
y botellas de vidrio de aceite patito.
La pibita-Amelié seguro las recicla,
hace una mesa
o una maceta para su planta
de romero orgánico.

La patrulla buena onda
empieza el recorrido habitual,
nosotros vamos en el diez
a la parrilla de Aristóbulo
y volvemos, otra vez en el diez
con un paquetito
con las sobras para el perro.